¡Buenas!
Si algo me gusta de este trabajo son las novias. Transmiten tanta felicidad que te contagian. Es maravilloso que te dejen formar parte de su día de una forma tan directa.
Conocí a Jenifer en la boda de su hermana Ángela, a la que también tuve el placer de maquillar (nuestra historia va de boda en boda y la suya da para otro post), y es de esas personas que solo con oírla ya sabes que es alguien muy especial. A veces esta profesión te regala momentos con personas así, y estar dos horas en esa casa fue estar como en familia, ¡maravilla!
Ella quería ser la princesa de su cuento de hadas, ni decir tiene que lo consiguió. Obturados fue el fotógrafo elegido para inmortalizar ese día:
Elegimos un maquillaje muy natural, Jenifer no suele maquillarse nunca y ese día quería sentirse cómoda y que era ella misma, sin máscaras.
Estaba guapísima, se le transparentaba la felicidad por los ojos… ¡cómo me alegro de haber formado parte del gran día!
Os deseo toda la felicidad del mundo Jenifer y Jesús, a vosotros y a toda la familia; y gracias por elegirme una vez más.
Un besazo,
Yadira